Presentación del Observatorio para el Derecho a la Alimentación de España
El 25 de septiembre se presentó, en el Congreso de los Diputados, el Observatorio del Derecho a la Alimentación de España (ODA-E). El observatorio articula 16 universidades españolas para colaborar en la consecución del derecho a la alimentación, y se construye en con referencia en el ODA de América Latina y El Caribe. Cuenta con el apoyo de la Oficina de la FAO en España, y uno de los primeros hitos a los que pretende atender es al encuentro Mundial que se desarrollará sobre estos temas en 2019.
Además pretende establecer lazos de cooperación entre academia, representantes políticos y organizaciones sociales para asegurar el Derecho de la Alimentación, en la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda 2030 de las NNUU.
El representante especial de FAO en España ha señalado la continuidad entre este Observatorio y la Alianza Parlamentaria por la Alimentación que se presentó en el mismo Congreso la semana pasada, y el potencial de colaboración entre ambas iniciativas. Para las entidades impulsoras de la iniciativa, la academia ha de cumplir un papel clave en investigación, generando propuestas para combatir el hambre, así como los problemas asociados a los alimentos y dietas poco saludables.
El observatorio recoge y trata de articular distintas visiones sobre las problemáticas alimentarias, que se han expresado en el debate. En la inauguración institucional se ha hablado de hambre y desperdicio de alimentos en el Mundo; y se ha puesto el acento en las soluciones tecnológicas para combatir el hambre mediante un incremento de la producción. También se han mencionado algunos problemas con mayor impacto en nuestros territorios, tales como el sobrepeso, diabetes, etc. que se relacionan con las dietas basadas en alimentos procesados e industriales; o con la globalización de las dietas.
Por su parte, las investigadoras (mayormente mujeres) que han presentado el Observatorio han puesto el acento en la gobernanza, la agroecología, la seguridad y soberanía alimentarias, la garantía de acceso a alimentos sanos y sostenibles para toda la población, etc. Se ha enfatizado el papel del Observatorio en dar voz al sector de la agricultura familiar y las producciones agrarias sostenibles, así como en desarrollar el marco de los Derechos Universales en aplicaciones prácticas de políticas públicas. No en vano se ha dado un consenso general en que los problemas de la alimentación, tanto aquellos vinculados con hambre como los de malnutrición por exceso, son un problema de índole política. Y las soluciones, de igual forma, han de ser políticas.
