El Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas

Daniel López García, Fundación Entretantos; Coordinador Técnico de la Red de Ciudades por la Agroecología

En la Expo Mundial de la Alimentación celebrada en 2015 en Milán, el Alcalde de la Ciudad presentó el Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (PMPAU), que ha tenido un grandísimo impacto internacional hasta el momento. Firmado ya por más de 100 ciudades en aquel momento, la mayoría grandes, hoy son 210 las administraciones locales firmantes, en los cinco continentes; y 29 de ellas en el territorio español. Este pacto, que combina declaraciones de principios con compromisos concretos, colocaría las políticas alimentarias en el centro de las políticas hacia la sostenibilidad, y a las administraciones locales como vanguardia de esa transición.

El objetivo que persigue el Pacto es “desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados, para asegurar comida sana y accesible a todos en un marco de acción basado en los derechos”. Para ello recomienda, junto con las declaraciones iniciales, un listado de 37 acciones a desarrollar por las autoridades locales, organizadas en 6 ámbitos de acción: gobernanza, dietas sostenibles y nutrición, equidad social y económica, producción, abastecimiento y distribución, y desperdicio de alimentos. Con los años, el PMPAU ha desarrollado a su vez, junto con la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), un marco de evaluación de estas políticas alimentarias. 

Milan Urban Foo Policy Pact

Tanto la estructura de ámbitos como el marco de evaluación permiten que el PMPAU ofrezca una elevada integralidad en su propuesta de políticas locales, y una gran ambición en cuanto a los cambios esperados. Cubre aspectos como el desarrollo de diagnósticos adecuados; la construcción participada de estrategias Alimentarias y la creación de Consejos Alimentarios de co-producción de política pública entre administración y tejido social; la articulación entre municipios urbanos y rurales para impulsar redes alimentarias territorializadas; acciones de sensibilización y educación alimentarias; o el desarrollo de estructuras logísticas para la distribución local de alimentos. Así, plantea la política alimentaria como una acción transversal a la política municipal, que activa la economía local desde una perspectiva de sostenibilidad social y ecológica. La emergencia alimentaria surgida tras la pandemia COVID-19 ha mostrado como aquellos territorios que habían avanzado más en estas líneas han sido capaces de sostener a la población en condiciones mucho mejores.

Hasta el momento, el Pacto de Milán toma cuerpo en encuentros anuales de ámbito mundial, en los que los cargos electos de las ciudades firmantes se reúnen, debaten y muestran sus avances. En estos encuentros la alimentación sostenible salta a la escena internacional, y desde 2015 la atención a estos encuentros ha sido creciente. La importancia de los municipios españoles en el pacto se ha visibilizado al haber sido elegidos como huéspedes del encuentro en dos ocasiones: València 2017 y Barcelona 2021. El texto del Pacto también ha servido de marco de referencia para algunas de las más importantes Estrategias locales de Alimentación Sostenible y Saludable, como son las de los Ayuntamientos de Valladolid, Zaragoza o Segovia. A su vez, para conseguir apoyo y apoyarse entre ellas, las ciudades se están reuniendo en redes que desarrollan una actividad complementaria y más cotidiana, en muchos casos de ámbito nacional como es el caso de Sustainable Food Places (Reino Unido) o Terres en Villes (Francia).

Una mayoría de las ciudades españolas firmantes del PMPAU se han agrupado, junto con otras, en la Red de Ciudades por la Agreocología. Esta asociación de entidades locales es la herramienta de que se han dotado los Ayuntamientos para desarrollar en la práctica este ámbito novedoso -el alimentario- en la agenda política local. Esto se viene realizando desde 2017 a través de intercambio de experiencias y recursos entre personal técnico, articulación entre éstos y organizaciones sociales, y una creciente actividad entre cargos electos y en la política internacional. La Red se ha convertido en el espacio referente para la alimentación sostenible, saludable y justa en el territorio español; y por tanto en el impulso del espíritu del Pacto de Milán, con el que colabora muy estrechamente.